Una "sirena momificada" guardada en un templo ha sido objeto de culto. Ahora, por primera vez, se ha iniciado un proyecto para analizar científicamente la criatura momificada, que tiene la parte superior del cuerpo de un humano y la inferior de un pez.
El 2 de febrero de 2022, Kozen Kuida, de 60 años, sacerdote jefe del templo Enjuin de la ciudad de Asakuchi, sacó el preciado espécimen de 30 centímetros de longitud de una caja de paulownia en la sala de exploración del hospital veterinario de la universidad de Kurashiki.
Tumbada boca arriba en una mesa de exploración, la momia parecía estar congelada en un grito mientras se llevaba las manos a la boca. Además de uñas y dientes, la momia tiene pelo en la cabeza y escamas en la parte inferior del cuerpo.
Según el diario japonés Asahi Shimbun, en una nota contenida en la misma caja del espécimen, la criatura abría sido capturada en una red de pesca en la costa de la provincia de Tosa (actual prefectura de Kochi) entre 1736 y 1741.
En la nota, aparentemente escrita por un antiguo propietario en 1903, afirma contar la historia de la procedencia de la criatura piscícola.
En ella se leé: "Una sirena quedó atrapada en una red de pesca en el mar de la prefectura de Kochi".
"Los pescadores que la pescaron no sabían que era una sirena, pero la llevaron a Osaka y la vendieron como un pez inusual. Mis antepasados la compraron y la conservaron como un tesoro familiar".
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