A Izumiko, una tímida joven de 15 años, le cuesta hacer conexiones personales. Curiosamente, tampoco puede usar computadoras ni teléfonos celulares: misteriosamente se bloquean cuando los toca. Cuando Miyuki, su matón de la infancia, aparece en el santuario donde ella creció, sus vidas se entrelazan involuntariamente. Izumiko descubre que ella es el último recipiente de una diosa y Miyuki debe servir como su diligente guardiana.