Matilda Wormwood es una niña muy curiosa e inteligente, todo lo contrario que sus chabacanos padres, que suelen ignorarla y despreciarla. Tras descubrir que posee poderes telequinésicos, llega a la conclusión de que podría usarlos para hacer el bien, ayudando a los que están en dificultades, pero también para castigar a las personas crueles y perversas.