Era el final de la década de 1880, cuando un grupo de científicos, que incluía a un historiador y a dos profesores, así como a un miembro de la jerarquía de la iglesia presbiteriana, se dirigieron a un pueblo llamado Sayre, al noreste del estado de Pensilvania, donde se interesaron por una serie de lo que parecían ser túmulos funerarios.
Los científicos condujeron a su grupo hasta el primero de los túmulos para iniciar una cuidadosa excavación arqueológica. Lo que descubrieron ha desconcertado a la ciencia durante casi cien años.
Raspando minuciosamente la tierra y las rocas, la expedición reveló varios esqueletos de varones. Estos esqueletos eran anatómicamente correctos, excepto por la anomalía de sus proyecciones, los cráneos poseian dos cuernos, a dos centímetros por encima de la ceja, que formaban parte integral de cada cráneo.
Luego midieron los restos y se descubrió habían medido más de dos metros, todos ellos, con una altura inaudita en la antigüedad. La fecha de enterramiento de los esqueletos se estimó en torno al año 1200 después de cristo..
Imposible, pero estaban ahí. Gigantes de más de dos metros con cráneos con cuernos que murieron hace casi 800 años.
Otras publicaciones