Martín (Carmelo Gómez), un conductor de camión en España, desesperanzado con la vida, contempla el suicido en el borde de un puente, cuando Salva (Tito Valverde) se lo impide, y propone a Carmelo un negocio: si retrasa su suicidio por el periodo de dos semanas, le ayudará a hablar con un grupo de prestamistas que le darán un millón de dólares, para que goce de su vida durante ese tiempo. Martín acepta, y su primer acción es hacer una gran fiesta, en dónde conoce a Lola (Salma Hayek), una camarera mexicana inmigrante, enamorándose de ella. Sin embargo, cuando está a punto de acabase el dinero, los prestamistas, que resultaron ser de la mafia, se lo piden de regreso, poniendo en riesgo la nueva vida de Martín.