Alfredo y Susanna son una pareja de cincuenta años, acomodados y con una vida culturalmente estimulante. Arquitecto él y psicóloga ella, viven en Roma, pero pasan los fines de semana en una casa de campo en la región de Umbría. Ahí sus días transcurren realizando paseos en los bosques o relajándose en la piscina con un buen libro en mano. Un día, mientras se dirige a su casa de campo, Sussana ve una muchacha que se prostituye en la maleza y decide salvarle de su infeliz condición, a pesar de la enorme diferencia que separa sus vidas.