Historia del Jeep argentino Ñandú (1943-46) (y las complicaciones de la neutralidad argentina durante la Segunda Guerra Mundial)
El ejército argentino tiene una enorme injerencia en la postura del gobierno nacional respecto de la Segunda Guerra Mundial, y no quiere participar del conflicto. Germanófilo desde principios del siglo XX, adopta tácticas, estrategias y hasta armas y uniformes del ejército alemán prusiano, incluyendo el Stahlhelm, el mismo casco de metal que usaban las tropas nazis. Para colmo hay una congregación nazi que se celebra en el estadio Luna Park en 1938, donde inmigrantes germanos celebran la anexión de Austria a Alemania. Todo esto causa una enorme inquietud en las altas esferas norteamericanas, en donde se ve a la Argentina como un país simpatizante del Eje. Y aunque el presidente norteamericano Franklin Delano Roosevelt presiona al país con un bloqueo comercial y un embargo, al no poder alinearlo con los aliados decide dejar a la Argentina fuera del Acta de Préstamo y Arrendamiento, con lo cual nuestro país no puede obtener materiales de guerra para modernizarse, sean blindados, aviones o vehículos todo terreno. En toda esa puja incluso se contemplará la (disparatada) hipótesis de bombardear Buenos Aires e invadir desde Brasil si Argentina le abre la puerta a los nazis, el ejército se les une y abren un frente de guerra en Sudamérica.
Todo este trasfondo termina impulsando el desarrollo autóctono de vehículos militares. Hay dos proyectos: el tanque Nahuel DL-43 y el jeep Ñandú, cuya historia ahora nos ocupa.
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