Documentado con rigor, valiente y políticamente significativo, el humanista Robert Francis Kennedy Jr exhibe al encargado de manejar la pandemia de Covid-19 en Estados Unidos, Anthony Fauci, como un “charlatán” interesado en millonarios negocios personales, que ha servido de bisagra entre un espinoso entramado de militarización global planificada y la monetarización de la medicina; un proceso de “demolición controlada de la democracia constitucional estadunidense”, que conduce a un totalitarismo tecnocrático-digital y es llevado a cabo por la Big Pharma, el sector financiero, los gigantes tecnológicos oligopólicos de Silicon Valley y el complejo militar-industrial, incluyendo los servicios de inteligencia. En una alianza ideológica-intelectual con grandes conglomerados mediáticos, considerados algunos “independientes” y/o “progresistas”.
Según Kennedy, el doctor Fauci ?“el médico más poderoso y despótico de la humanidad”?, en lugar de salvaguardar la salud pública de EU, convirtió los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) en una incubadora de productos médicos y es el principal arquitecto de la “captura institucional” ( institutional capture) de las agencias de gobierno, incluidas las de salud pública, por las corporaciones oligárquicas de la industria farmacéutica.