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COLECCIÓN PATRÍSTICA - 10 TOMOS ALFONSO ROPERO
DESCRIPCIÓN
A la Iglesia del siglo XXI se le plantea un reto complejo y difícil: compaginar la inmutabilidad de su mensaje, sus raíces históricas y su proyección de futuro con las tendencias contemporáneas, las nuevas tecnologías y el relativismo del pensamiento actual. La sociedad postmoderna del siglo XXI plantea unas carencias morales y espirituales concretas que a la Iglesia corresponde llenar. No es casualidad que uno de los mayores bestsellers a nivel mundial, en los inicios de tercer milenio, escrito por el filósofo neoyorquino Lou Marinoff, tenga un título tan significativo como: "Más Platón y menos Prozac;" debería decirnos algo.
Si queremos que nuestro mensaje cristiano impacte en el entorno social del siglo XXI, necesitamos construir un puente entre los dos milenios que la turbulenta historia del pensamiento cristiano abarca. Urge recuperar las raíces históricas de nuestra fe y exponerlas en el entorno actual como garantía de un futuro esperanzador. Dar a conocer al mundo cristiano actual las obras de los grandes autores cristianos de los siglos I al V es el objeto de la "Colección Obras Escogidas" de PATRÍSTICA.
La tarea no ha sido sencilla. Una de las dificultades que hemos enfrentado al poner en marcha el proyecto es que la mayor parte de las obras escritas por los grandes autores cristianos son obras extensas y densas, poco digeribles en el entorno actual del hombre postmoderno, corto de tiempo, poco dado a la reflexión filosófica y acostumbrado a la asimilación de conocimientos con un mínimo esfuerzo.
Conscientes de esta realidad, hemos dispuesto los textos de manera innovadora para que, además de resultar asequibles, cumplan tres funciones prácticas:
1. Lectura rápida. Dos columnas paralelas al texto completo hacen posible que todos aquellos que no disponen de tiempo suficiente puedan, cuanto menos, conocer al autor, hacerse una idea clara de su línea de pensamiento y leer un resumen de sus mejores frases en pocos minutos.
2. Textos completos. El cuerpo central del libro incluye una versión del texto completo de cada autor, en un lenguaje actualizado, pero con absoluta fidelidad al original. Ello da acceso a la lectura seria y a la investigación profunda.
3. Índice de conceptos teológicos. Un completo índice temático de conceptos teológicos permite consultar con facilidad lo que cada autor opinaba sobre las principales cuestiones de la fe.
Estamos convencidos de haber conseguido una herramienta útil y eficaz que que cubra dos objetivos indispensables: facilitar a los estudiosos ediciones actualizadas y fidedignas en español de los textos de la patrística cristiana; a la vez que introducir las nuevas generaciones en el conocimiento y lectura de esta riqueza de inspiración y contenido doctrinal que son los escritos de la Padres de la Iglesia.
OBRAS ESCOGIDAS - TERTULIANO
Tertuliano [160-220] nació en la ciudad romana de Cartago, y es considerado como el primer escritor latino del cristianismo. Es uno de los apologistas más brillantes de la fe cristiana y de los hombres más elocuentes que ha conocido la historia: apodado un "Gladiador" de la Palabra. Su capacidad para argumentar y debatir un tema fue de tal magnitud, que de su nombre: "Tertuliano" se supone deriva la palabra "tertulia", que se aplica cuando un grupo de personas se juntan para argumentar y debatir un tema.
Acérrimo defensor de los dones o carismas del Espíritu Santo; convencido de la existencia real de los demonios y de la guerra espiritual, sus escritos sorprenden a muchos cristianos conservadores de nuestra época –que juzgan la costumbre de levantar las manos en la Iglesia como una "moda" reciente–, cuando descubren que en el siglo II, Tertuliano se refería ya a las formas de alabanza en la Iglesia diciendo: «En nuestro caso, no sólo alzamos las manos, sino que las extendemos, imitando el modelo de la pasión del Señor...»
De sus numerosas obras disponibles, el presente volumen de la colección PATRÍSTICA presenta las cuatro consideradas como básicas en su producción literaria:
I Apología contra los gentiles, en la que defiende la fe cristiana contra las calumnias de los paganos que acusaban a los creyentes de la Iglesia Primitiva de ser «adoradores de un asno».
II Exhortación a los mártires, un mensaje de consuelo a los presos destinados a morir en el circo romano y que contiene una de sus frases más famosas: «La sangre de los mártires es semilla de la Iglesia».
III La virtud de la paciencia, una serie de interesantes reflexiones mostrando la paciencia infinita de Dios con los pecadores y nuestra obligación como cristianos de actuar de la misma manera con nuestros semejantes.
IV La oración cristiana, uno de los más completos y eruditos estudios sobre la oración que se hayan escrito a lo largo de toda la historia de la Iglesia.
OBRAS ESCOGIDAS - ORÍGENES
Nacido en Alejandría (Egipto), Orígenes [185-254] es uno de los teólogos más eminentes y originales de la antigüedad cristiana, cuya fama saltó las barreras geográficas y temporales de su día, y cuyos padecimientos finales como mártir le acreditaron un merecido reconocimiento en autoridad moral y teológica.
Defensor por acérrimo de la libre voluntad o libertad de elección de todas las criaturas, fue objeto en su época de duras críticas por parte de quienes en una comunicad cristiana aún no definida dogmáticamente no estaban de acuerdo con sus conclusiones ni sus métodos de interpretación bíblica. Hoy en día, con una visión histórica más amplia, entendemos que a pesar de algunas particularidades en su manera de entender ciertos puntos teológicos, lo único que Orígenes perseguía era contribuir a un mayor entendimiento de la Sagrada Escritura, a cuyo juicio se somete en todo momento. Y que por encima de su fama de "teólogo especulativo", Orígenes era ante todo un creyente fiel a la Escritura.
De su inmensa producción literaria –más de seis mil títulos– se ha conservado sólo una exigua parte, y de la misma destaca con luz propia su grandioso Tratado de los Principios; es decir, una recopilación y debate de las doctrinas fundamentales del cristianismo; probablemente el primer esbozo conocido de una teología sistemática. Es donde mejor se manifiesta la profundidad y la audacia de la escuela alegórica y especulativa de Alejandría, y el que presentamos completo y en versión actualizada en este volumen de la colección PATRÍSTICA.
OBRAS ESCOGIDAS - PADRES APOSTÓLICOS
Padres Apostólicos es un concepto tradicional aplicado a los primeros escritos patrísticos de aquellos autores que tradicionalmente se cree que fueron discípulos directos de los apóstoles o mantuvieron con ellos una estrecha relación.
Sus escritos establecen un puente entre los escritos de los apóstoles que tenemos en el Nuevo Testamento y los de los grandes apologistas cristianos de los siglos III y IV. Constituyen, por tanto, un verdadero tesoro que nos transmite de forma directa el pensamiento y las costumbres de la Iglesia Primitiva en su interpretación de las enseñanzas del Señor.
Los escritos considerados como de los Padres Apostólicos, todos ellos incluidos en el presente volumen de la colección PATRÍSTICA, son los siguientes:
I La Didaché o Enseñanza de los Apóstoles, un compendio de moral cristiana y manual de instrucciones sobre los ministerios y formas de culto de la Iglesia primitiva.
II y III Las dos Cartas de Clemente a los Corintios; y las siete Cartas de Ignacio Mártir, advirtiendo a las iglesias contra falsas doctrinas.
IV La Carta de Policarpo, que recibió la enseñanza por los propios apóstoles y su correspondiente martirio.
V La Carta de Bernabé, un tratado del «conocimiento perfecto» que debe acompañar a la fe.
VI La Carta a Diogneto, un discurso apologético sobre la fe cristiana considerado como la perla de la literatura de la Iglesia primitiva.
VII Los Fragmentos de Papías o Explicación de las sentencias del Señor, tratando de poner orden las verdades del Evangelio verdadero ante la proliferación desordenada de otros «evangelios» apócrifos, escritos por los gnósticos. Y finalmente:
VIII El Pastor de Hermas, otro documento importantísimo por su naturaleza didáctica. Esta redactado como una alegoría en la que el Maestro divino comunica a Hermas los preceptos y lecciones que han de ser transmitidas para instrucción de la Iglesia. Muy pronto se convirtió en un texto que los cristianos de la antigüedad tenían en gran estima y utilizaban como «libros de formación o catecismo» en la preparar de los nuevos convertidos para el bautismo
OBRAS ESCOGIDAS - JUSTINO MÁRTIR
Justino Mártir [100-162 aprox.] nació a comienzos del siglo II en Flavia, Neápolis, una colonia romana fundada por Vespasiano en el año 72 d.C. en el lugar de la bíblica Siquem. Se consagró a la filosofía, que califica como «el mayor de los bienes», y estudió el pensamiento de los estoicos, aristotélicos, pitagóricos y platónicos.
Convertido al cristianismo por el testimonio de un anciano, puso todos sus conocimientos filosóficos al servicio de la fe. Se instaló en Roma donde puso en marcha la primera escuela de filosofía cristiana que se conoce, dedicada a exponer la verdad evangélica según las Escrituras y conforme al testimonio de la razón; participando en numerosos debates públicos y formando gran cantidad de alumnos Denunciado por el filósofo cínico Crescente, a quien había derrotado repetidamente en debates públicos, fue conducido ante el prefecto de Roma Junio Rústico y, al declararse abiertamente cristiano, condenado a muerte y ejecutado junto con varios de sus discípulos. Las actas del martirio de Justino, que se conservan redactadas en griego, lengua en la que se celebró el juicio, constituyen uno de los más valiosos documentos de la Iglesia Primitiva.
Aunque se le atribuyen numerosos escritos, el presente volumen de la colección PATRÍSTICA incluye los dos considerados como indiscutiblemente genuinos: sus Apologías, dirigidas al emperador Antonino Pío, a sus hijos, y el Senado Romano, en las que condena la actitud oficial respecto a los cristianos, su absurdo procedimiento judicial y la falsedad de las acusaciones, a la vez que presenta de modo razonado una justificación de la religión cristiana, describiendo de forma detallada su doctrina y su culto. Y su Diálogo con Trifón, un debate con un erudito judío de ese nombre en el que perfila los puntos clave de las diferencias entre judaísmo y cristianismo. Los escritos de Justino constituyen una fuente documental preciosa para conocer la vida de la Iglesia cristiana en el siglo II y la apologética propia de ese período.
OBRAS ESCOGIDAS - JUAN CRISÓSTOMO
Juan de Antioquía [347-407], es más conocido por su apodo Crisóstomo, que significa «boca de oro» (en griego ???????????, chrysóstomos de chrysós, "oro"; stomos, "boca"), justamente ganado por el éxito y la fama que alcanzaron sus sermones y homilías. Pero su grandeza personal y espiritual va mucho más allá de su elocuencia, y la lectura de sus escritos pone de manifiesto su relevancia para el predicador todo líder cristiano actual.
Nacido en Antioquía de Siria en el seno de una familia acomodada, a los veinte años ya era abogado y orador de renombre. Pero madre le instruyó en la fe y le inclinó al servicio cristiano, siendo ordenado presbítero en el año 386. Nombrado doce años después Obispo y Patriarca de Constantinopla por mandato imperial, libró una ardua batalla contra el fasto y el lujo, impulsando una profunda reforma del clero, cuyo germen se refleja en la más conocida y famosa de sus obras, que lleva como título: Sobre el sacerdocio, y conocida también como: La dignidad del ministerio, incluida en este volumen. El lector podrá comprobar por sí mismo con qué maestría, profundidad espiritual y altura teológica aborda Juan Crisóstomo un tema tan polémico y espinoso como el del llamamiento pastoral, «para el cual –dice– muy pocos están calificados».
El presente volumen de la colección PATRÍSTICA incluye además de Sobre el sacerdocio o La dignidad del ministerio, algunas de sus más famosos sermones u homilías: cuatro sobre El verdadero arrepentimiento; sobre La contrición en el Sermón del Monte; y sobre La compunción en los Salmos de David.
OBRAS ESCOGIDAS - IRENEO DE LYON
Ireneo de Lyon [126-190] es el teólogo más importante del siglo II, y probablemente después el que más influyó en la teología de la Iglesia Primitiva después de Pablo. Nacido probablemente en Esmirna (Asia Menor), su familiaridad con Policarpo [70-155], obispo y mártir de la ciudad, que mantuvo una relación personal con el apóstol Juan, le convierte en un importantísimo eslabón en la tradición apostólica. Habiéndose trasladado a las Galias (Francia) por razones que se ignoran, fue elegido obispo en la ciudad de Lyon. Aunque el historiador Eusebio de Cesarea [267-338] nos habla de un buen número de obras escritas por Ireneo, de las que transcribe algunos fragmentos, solo se han conservado dos: Elenjos kai anatrope tes pseudonímon gnóseos (Desenmascaramiento y refutación dela falsa gnosis conocido como "Contra las herejías"), y Epídeixis ou apostolikon kerigmatos (Demostración de la enseñanza apostólica).
Curiosamente la polémica abierta con los gnósticos en tiempos de Ireneo y refutada por él en Contra las herejías, ha vuelto a resurgir en el siglo xxi con mucha intensidad. El hallazgo en Egipto de una versión copta de uno de los textos gnósticos desaparecidos y del que solo se tenía noticia por las citas y condenas que del mismo hace el propio Ireneo en su obra, ha desencadenado de nuevo la polémica. Nos referimos al llamado Evangelio de Judas, un texto apócrifo del siglo ii, que Ireneo atribuye a la secta gnóstica de los cainítos, y cuyo hallazgo ha causado no poca confusión a muchas personas no expertas en la materia.
Por tanto, nueva lectura de Contra las herejías, es imprescindible para todos aquellos deseosos de conocer la verdad sobre este tema y leer lo que sobre el tal Evangelio de Judas opinaban ya Ireneo y los cristianos de la Iglesia Primitiva.
El presente volumen de la colección PATRÍSTICA incluye las obras completas de Ireneo de Lyon [126-190]: Contra las herejías, y también Demostración de la enseñanza apostólica, una breve exposición apologética de la enseñanza apostólica.
OBRAS ESCOGIDAS - CLEMENTE DE ALEJANDRÍA
Nacido en Atenas pero afincado en la ciudad egipcia de Alejandría, el griego Tito Flavio Clemente, más conocido como Clemente de Alejandría [150-215] es uno de los primeros apologistas cristianos en tiempo de crisis, entre los que destaca con luz propia como impulsor y defensor de lo que ha sido justamente calificado como la ortodoxia inteligente. Lo que destaca en Clemente, como en Tertuliano y otros escritores cristianos de la época, es su optimismo apasionado en un entorno de persecución. Para ellos, ciertamente, el cristianismo es la "perla de gran precio" (Mt. 13:46) por la que merece la pena dejarlo y sacrificarlo, incluso la propia vida, con tal de adquirirla.
Clemente supo aceptar el reto lanzado por los intelectuales paganos contra la incipiente fe cristiana y, sin apartarse para nada de las doctrinas centrales del Evangelio, acertó a responderles con su mismo lenguaje, mostrándoles que si los cristianos se apartaban del mundo y de la sociedad, no era en lo que tenía de bueno y verdadero, sino de falso. Y para ello recurre a los grandes autores griegos, en los cual era un verdadero experto, para demostrar que la verdad que deseaban alcanzar los antiguos filósofos se encuentra en las enseñanzas de Cristo.
Aunque fue un escritor prolífico, lamentablemente, tan sólo una pequeña parte de sus obras se han conservado, siendo las más conocidas: El Stromateis, también conocido como Stromata, y que significa "tapices" por ser es un verdadero tejido de comentarios bíblicos y filosóficos sobre la revelación cristiana, destinado a mostrar la relación entre la fe y la gnosis probando la necesidad de un Dios revelador. El Protréptico o Exhortaciones a los gentiles, donde se dirige a los paganos para rebatir su politeísmo demostrando la superioridad del monoteísmo cristiano con vistas a conquistarles para la nueva fe. Y El Pedagogo, su obra más conocida y leída, que es en realidad una continuación o segunda parte del Protréptico; y cuyo propósito es guiar a los nuevos creyentes en los principios esenciales de la fe y la práctica de las virtudes de la vida cristiana. Todo parece indicar que Clemente tenía intención de componer una tercera obra titulada El Maestro, dedicada al nivel superior de la instrucción teológica, pero se desconoce.
El presente volumen de la colección va dedicado a: El Pedagogo, un completo manual de instrucciones para creyentes. En ella presenta a Cristo como el instructor de la humanidad, el médico del alma, que introduce al creyente en la moral y práctica de la vida cristiana; que asumiendo a modo de los antiguos filósofos el papel de paidagogos, guía el alma manchada y corrompida por el pecado original a la conversión y la redención. Su lectura resulta muy interesante para saber cuales eran las costumbres y normas de conducta en la Iglesia Primitiva, incluso en temas tan prácticos como el vestido y el peinado.
OBRAS ESCOGIDAS - AGUSTÍN DE HIPONA, TOMO 1
Agustín de Hipona [353-429] es un fenómeno único en la historia de la Iglesia cristiana, admirado y respetado por igual por católicos y protestantes como el Campeón de la verdad, frente a los errores maniqueos, arrianos y pelagianos. Lutero, refiriéndose a los Padres de la Iglesia, dijo: «Agustín me agrada más que todos los demás, porque enseño una doctrina pura y sometió sus libros, con humildad cristiana, a la Sagrada Escritura». Su influencia teológica y filosófica sigue vigente. Apela por igual a la razón, a las emociones y a la voluntad, y constituye una fuente clara a la que muchos recurren después de sentirse cansados de un cristianismo superficial.
Dentro de la colección PATRÍSTICA, los escritos de Agustín de Hipona son uno de sus pilares básicos. Este Tomo I de los tres dedicados a las obras de Agustín incluye tres escritos fundamentales de su producción literaria:
La verdadera religión. En "vera religione" Agustin plantea la búsqueda de la verdad trascendente, lo que le lleva a adoptar un enfoque más filosófico.
La utilidad de creer. En "De utilitate credendi" explica el asentimiento personal a la fe, esa realidad maravillosa que se sitúa por encima de la ilusión y la necedad, es una obra más teológica.
El Enquiridion. En su "Enchiridion sive de fide, spe et caritate" (Tratado de la fe, la esperanza y la caridad), cubre los aspectos dogmáticos y morales de esa fe revelada y descubierta por la experiencia creyente, que se traduce en adoración al Dios verdadero, consistente en "la fe que obra por el amor" (Gá. 5:6), verdadero principio espiritual alrededor del cual gira todo su pensamiento.
En todas ellas Agustín trata las cuestiones más preocupantes del momento que renacen en el seno del cristianismo una y otra vez.
OBRAS ESCOGIDAS - AGUSTÍN DE HIPONA, TOMO 2
Agustín de Hipona [353-429] es un fenómeno único en la historia de la Iglesia cristiana, admirado y respetado por igual por católicos y protestantes como el Campeón de la verdad, frente a los errores maniqueos, arrianos y pelagianos. Lutero, refiriéndose a los Padres de la Iglesia, dijo: «Agustín me agrada más que todos los demás, porque enseño una doctrina pura y sometió sus libros, con humildad cristiana, a la Sagrada Escritura». Su influencia teológica y filosófica sigue vigente. Apela por igual a la razón, a las emociones y a la voluntad, y constituye una fuente clara a la que muchos recurren después de sentirse cansados de un cristianismo superficial.
Dentro de la colección PATRÍSTICA, los escritos de Agustín de Hipona son uno de sus pilares básicos. Este Tomo II de los tres dedicados a las obras de Agustín va dedicado por completo a su obra autobiográfica, probablemente la más leída y conocida y que más ha influenciado a la sociedad. Sus: Confesiones, trece libros autobiográficos de san Agustín de Hipona escritos entre el 397 y el 398.
Agustín escribe sus Confesiones para dar a conocer a Dios. Siguiendo la humildad impuesta por el cristianismo a la vanidad humana, Agustín no busca glorificarse a sí mismo, sino todo lo contrario. Su autobiografía le sirve para conocerse a sí mismo conociendo a Dios y, al conocer a Dios, conocerse a sí mismo y a los demás. Siendo ya Obispo, afamado orador y escritor, para evitar las alabanzas de sus dones en lugar del dador de los mismos, o sea, Dios, Agustín se propone escribir unas confesiones que resalten la grandeza de Dios y el lector llegue a conocerle en sus debilidades.
Las Confesiones son el primer intento de acercamiento del hombre a sí mismo, por vías de profunda intimidad. Agustín descubre el prodigio y la maravilla de la personalidad humana: a Dios en el hombre y al hombre en Dios. Durante siglos haber leído las Confesiones se consideraba como requisito indispensable de toda persona culta. Y en nuestros días siguen siendo la mejor exposición del contraste entre la maldad e incapacidad humana para superarse espiritualmente; frente a la exaltación de la gracia y poder divino que doblegan esa resistencia natural del hombre.
OBRAS ESCOGIDAS - AGUSTÍN DE HIPONA, TOMO 3
Agustín de Hipona [353-429] es un fenómeno único en la historia de la Iglesia cristiana, admirado y respetado por igual por católicos y protestantes como el Campeón de la verdad, frente a los errores maniqueos, arrianos y pelagianos. Lutero, refiriéndose a los Padres de la Iglesia, dijo: «Agustín me agrada más que todos los demás, porque enseñó una doctrina pura y sometió sus libros, con humildad cristiana, a la Sagrada Escritura». Su influencia teológica y filosófica sigue vigente. Apela por igual a la razón, a las emociones y a la voluntad y constituye una fuente clara a la que muchos recurren después de sentirse cansados de un cristianismo superficial.
Dentro de la colección PATRÍSTICA, los escritos de Agustín de Hipona son uno de sus pilares básicos. El Tomo III presenta la obra clave de Agustín: “De Civitate Dei” o La Ciudad de Dios. Planteada en 22 libros, La Ciudad de Dios es la obra más extraordinaria que jamás se haya podido escribir para sintetizar el conjunto de la historia universal y divina, la lucha habida desde el siglo I al siglo V, entre el mundo antiguo agonizante con el cristianismo naciente.
Agustín escribió La Ciudad de Dios como réplica a las críticas que hacían contra el cristianismo los paganos ricos y cultos tras la caída de Roma en poder de los Visigodos (año 410) obligándoles a tener que huir y exilarse al norte de África. Y lo hace describiendo la contraposición entre dos tipos de hombres y sociedades: la Ciudad de Dios y la Ciudad del hombre. En sus propias palabras: «Dos amores fundaron dos ciudades: el amor de sí mismo hasta el desprecio de Dios, la terrena; y el amor de Dios hasta el desprecio de sí, la celestial. La primera se gloría en sí misma; la segunda se gloría en el Señor».
Sobre esta base los temas tratados son inagotables: partiendo del origen y naturaleza de Dios; problema del bien y el mal, el pecado y la culpa, la muerte, el derecho y la ley, el tiempo y el espacio, la Providencia, el destino y la historia, y una extensa lista. El escritor italiano Giovanni Papini [1881-956] llamó a La Ciudad de Dios un libro-floresta, o sea, árbol de generosa sombra y abundantes frutos, donde cada cual, según su interés particular, puede sacar lecciones de historia, de filosofía, de antropología, de exégesis bíblica, de profecía, de demonología, de psicología, de derecho, de crítica social. Se asemeja a un organismo viviente porque vive y crece con los siglos, impulsando, iluminando y actuando en la cultura.
El valor trascendente de La Ciudad de Dios parte de que es la única obra que analiza la problemática de las relaciones entre el cristianismo y la sociedad secular; y plantea una nueva forma de sociedad civil basada en impulsar los valores de la humanidad en virtud de vivir conforme a la doctrina cristiana. Un tema de la más absoluta actualidad.
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