Coco (2017)
1080p|BluRay
|x265
|Lat
Audio Original Ingles + Doblaje Latino
Info
Coco fue la primera película original de Pixar desde El viaje de Arlo (2015) y, más importante aún, supuso el reencuentro con la mejor cara del estudio después de la floja Cars 3 (2017). Cierto que entre la protagonizada por el dinosaurio y la tercera entrega de los coches de carreras tuvimos la muy estimable Buscando a Dory (2016), pero se echaba de menos al estudio capaz de crear los fascinantes universos de Toy Story (1995), Monstruos, S.A. (2001), WALL·E (2008) y Del revés (2015).
En el film codirigido por uno de los nombres clave de Pixar, Lee Unkrich, junto al debutante y coguionista Adrian Molina, el aspecto más destacado es justamente el universo de los muertos que crea. Y me refiero sobre todo a la parte visual, que es tan deslumbrante como el viaje por el interior de la mente de Del revés. La arquitectura vertical, el puente de pétalos que conecta los dos mundos y su excepcional colorido resultan especialmente fascinantes.
También logra Coco que ese reino de los muertos sea creíble, aunque como la imaginación humana, incluso la más fértil, es limitada, ese reino se parece mucho al de los vivos. Demasiado, diría yo: reproduce el que conocemos hasta en los más mínimos detalles. También hay clases, privilegiados y desfavorecidos, famosos y anónimos… Y en cierto modo es lógico que un lugar al que acudan los humanos acabe por replicar aquel del que vienen, hasta el punto de que también existe la muerte tras la muerte –“final death” se llama en la versión original-. Sin embargo, hay aspectos difíciles de justificar, como que exista la burocracia, la policía, el personal de seguridad… ¿por qué iban a querer trabajar después de muertos? En fin, son aspectos secundarios que de ningún modo impiden el disfrute de la película.
La historia es interesante a pesar de que su tesis -es fundamental honrar a los antepasados y a la familia- sea un tanto previsible. En ese sentido, no es tan innovadora como otras creaciones de Pixar. Eso sí, Lee Unkrich alterna pasajes divertidos y escenas emotivas con la habilidad mostrada en Toy Story 3 (2010). Más discutible es, en cambio, que transcurra en una realidad paralela en la que en México todo el mundo habla y canta en inglés pero regularmente, por alguna razón, dicen palabras en español. Además, el pueblo donde ocurre la acción potencia sistemáticamente el lado folclórico y tradicional, como si fuera un parque temático más que un lugar real con contradicciones y variedad.
Así que es muy loable que una gran producción de Hollywood favoreciese la diversidad y presentara un reparto enteramente latino, pero no pudieron evitar ese tipo de tics etnocentristas. Se ve que era mucho pedir una película de casi 200 millones de Dólares de presupuesto cuya versión original fuese en español -más allá de que oigamos ‘chamaco’ y ‘día de los muertos’ algunas veces-.
Y ahora vamos con la música. Pixar estuvo muy cerca de crear su primer musical. Puede que Coco lo sea. Yo mismo lo he incluido como género en la entradilla dada la importancia que la música tiene en la trama. De nuevo, es admirable que el estudio se atreviese con un género que hasta entonces no había cultivado, el elemento que seguía diferenciando claramente su filmografía de la de su estudio hermano, Disney. La pena es que su primera incursión en el musical fuese tan tímida -por lo visto, muchas de las canciones compuestas se quedaron en la sala de montaje- y, sobre todo, tan poco estimulante en lo que a la música respecta.
Michael Giacchino es el autor de la banda sonora orquestal y, como en Los increíbles (2004), Ratatouille (2007) o Del revés, realizó un estupendo trabajo. La parte problemática son las canciones. Lo creo por dos razones. 1) La música popular de México es enormemente rica y heterogénea, pero aquí todas suenan igual. 2) Justamente la canción central es un tema de pop convencional, como si alguien en Pixar hubiera pensado algo así como que ‘bueno, vale, pongamos música mexicana, pero esta canción que es importante que suene estadounidense, por favor’. Y puede que yo tenga una idea equivocada de qué es una buena composición, pero ‘Remember Me’ me parece muy normalita. Claro que si se la encargaron a Kristen Anderson-Lopez y Robert Lopez, los responsables de las canciones de Frozen: El reino del hielo (2013), ya sabemos qué tipo de música quería el estudio: no era algo artísticamente aventurado precisamente.
A pesar de sus aspectos frustrantes y de alguna que otra idea discutible, Coco es una muy recomendable película que, además de favorecer la diversidad, tuvo la valentía de afrontar la muerte en una producción apta para público infantil. Existen los precedentes recientes de La novia cadáver (2005) y, por supuesto, El libro de la vida (2014), pero para una superproducción de esta índole, distribuida por Disney, era un bienvenido atrevimiento.
En el film codirigido por uno de los nombres clave de Pixar, Lee Unkrich, junto al debutante y coguionista Adrian Molina, el aspecto más destacado es justamente el universo de los muertos que crea. Y me refiero sobre todo a la parte visual, que es tan deslumbrante como el viaje por el interior de la mente de Del revés. La arquitectura vertical, el puente de pétalos que conecta los dos mundos y su excepcional colorido resultan especialmente fascinantes.
También logra Coco que ese reino de los muertos sea creíble, aunque como la imaginación humana, incluso la más fértil, es limitada, ese reino se parece mucho al de los vivos. Demasiado, diría yo: reproduce el que conocemos hasta en los más mínimos detalles. También hay clases, privilegiados y desfavorecidos, famosos y anónimos… Y en cierto modo es lógico que un lugar al que acudan los humanos acabe por replicar aquel del que vienen, hasta el punto de que también existe la muerte tras la muerte –“final death” se llama en la versión original-. Sin embargo, hay aspectos difíciles de justificar, como que exista la burocracia, la policía, el personal de seguridad… ¿por qué iban a querer trabajar después de muertos? En fin, son aspectos secundarios que de ningún modo impiden el disfrute de la película.
La historia es interesante a pesar de que su tesis -es fundamental honrar a los antepasados y a la familia- sea un tanto previsible. En ese sentido, no es tan innovadora como otras creaciones de Pixar. Eso sí, Lee Unkrich alterna pasajes divertidos y escenas emotivas con la habilidad mostrada en Toy Story 3 (2010). Más discutible es, en cambio, que transcurra en una realidad paralela en la que en México todo el mundo habla y canta en inglés pero regularmente, por alguna razón, dicen palabras en español. Además, el pueblo donde ocurre la acción potencia sistemáticamente el lado folclórico y tradicional, como si fuera un parque temático más que un lugar real con contradicciones y variedad.
Así que es muy loable que una gran producción de Hollywood favoreciese la diversidad y presentara un reparto enteramente latino, pero no pudieron evitar ese tipo de tics etnocentristas. Se ve que era mucho pedir una película de casi 200 millones de Dólares de presupuesto cuya versión original fuese en español -más allá de que oigamos ‘chamaco’ y ‘día de los muertos’ algunas veces-.
Y ahora vamos con la música. Pixar estuvo muy cerca de crear su primer musical. Puede que Coco lo sea. Yo mismo lo he incluido como género en la entradilla dada la importancia que la música tiene en la trama. De nuevo, es admirable que el estudio se atreviese con un género que hasta entonces no había cultivado, el elemento que seguía diferenciando claramente su filmografía de la de su estudio hermano, Disney. La pena es que su primera incursión en el musical fuese tan tímida -por lo visto, muchas de las canciones compuestas se quedaron en la sala de montaje- y, sobre todo, tan poco estimulante en lo que a la música respecta.
Michael Giacchino es el autor de la banda sonora orquestal y, como en Los increíbles (2004), Ratatouille (2007) o Del revés, realizó un estupendo trabajo. La parte problemática son las canciones. Lo creo por dos razones. 1) La música popular de México es enormemente rica y heterogénea, pero aquí todas suenan igual. 2) Justamente la canción central es un tema de pop convencional, como si alguien en Pixar hubiera pensado algo así como que ‘bueno, vale, pongamos música mexicana, pero esta canción que es importante que suene estadounidense, por favor’. Y puede que yo tenga una idea equivocada de qué es una buena composición, pero ‘Remember Me’ me parece muy normalita. Claro que si se la encargaron a Kristen Anderson-Lopez y Robert Lopez, los responsables de las canciones de Frozen: El reino del hielo (2013), ya sabemos qué tipo de música quería el estudio: no era algo artísticamente aventurado precisamente.
A pesar de sus aspectos frustrantes y de alguna que otra idea discutible, Coco es una muy recomendable película que, además de favorecer la diversidad, tuvo la valentía de afrontar la muerte en una producción apta para público infantil. Existen los precedentes recientes de La novia cadáver (2005) y, por supuesto, El libro de la vida (2014), pero para una superproducción de esta índole, distribuida por Disney, era un bienvenido atrevimiento.
• FORMATO PRINCIPAL (FULL HD) 2,1 GB
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• Audio Original Ingles 5.1 + Doblaje Latino 5.1
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