Harry Potter, Merlina y el Mago de Oz
La Travesía de los Hechiceros
Merlina era una joven bruja que vivía en el mundo de Oz. Un día, mientras paseaba por el bosque, se encontró con un extraño chico que llevaba unas gafas redondas y una cicatriz en forma de rayo en la frente. Se llamaba Harry Potter y venía de otro mundo llamado la Tierra.
- ¿Qué haces aquí? -le preguntó Merlina.
- He venido a buscar un horrocrux, una parte del alma de un mago malvado llamado Voldemort -le explicó Harry-. Según mis informaciones, está escondido en algún lugar de este mundo.
- ¿Un horrocrux? ¿Voldemort? No entiendo nada -dijo Merlina.
- No te preocupes, es una larga historia -dijo Harry-. Lo importante es que necesito encontrarlo y destruirlo antes de que Voldemort lo haga.
- ¿Y cómo vas a hacer eso? -preguntó Merlina.
- Con la ayuda de mis amigos Ron y Hermione, que están en otro lugar del bosque -dijo Harry-. Y con esta varita mágica, que es la única capaz de romper el hechizo del horrocrux.
- ¡Qué interesante! -exclamó Merlina-. Yo también tengo una varita mágica, aunque no sé usarla muy bien. Me la regaló mi tía Glinda, la Bruja Buena del Sur.
- ¿Glinda? ¿La Bruja Buena del Sur? -repitió Harry-. ¿No hay más brujas en este mundo?
- Sí, hay cuatro: Glinda, la Bruja Buena del Norte, la Bruja Malvada del Este y la Bruja Malvada del Oeste -dijo Merlina-. La Bruja Malvada del Este murió hace tiempo, cuando le cayó una casa encima. La Bruja Malvada del Oeste es la más temida de todas, porque tiene un ejército de monos voladores y un anillo mágico que le da mucho poder.
- ¿Un anillo mágico? -preguntó Harry-. ¿No será el horrocrux que estoy buscando?
- No lo sé, podría ser -dijo Merlina-. Pero no creo que sea fácil quitárselo a la Bruja Malvada del Oeste. Es muy cruel y vengativa.
- No me importa -dijo Harry-. Tengo que intentarlo. ¿Me acompañas?
- Claro, me gustaría ayudarte -dijo Merlina-. Pero tenemos que tener cuidado. La Bruja Malvada del Oeste nos puede estar vigilando.
Así fue como Merlina y Harry se hicieron amigos y se embarcaron en una peligrosa aventura para enfrentarse a la Bruja Malvada del Oeste y destruir el horrocrux. Por el camino, se encontraron con otros personajes fantásticos, como el Espantapájaros, el Hombre de Hojalata y el León Cobarde, que se unieron a su causa. Juntos, lograron llegar al castillo de la Bruja Malvada del Oeste y enfrentarse a ella en una épica batalla mágica. Al final, Harry consiguió arrebatarle el anillo a la Bruja Malvada del Oeste y lo rompió con su varita, liberando así el alma de Voldemort y debilitándolo para siempre. La Bruja Malvada del Oeste se derritió al contacto con el agua y sus monos voladores huyeron despavoridos.
Después de derrotar a la Bruja Malvada del Oeste, Merlina y Harry se dirigieron al palacio de la Ciudad Esmeralda, donde les esperaba el Mago de Oz. El Mago de Oz era un anciano bondadoso que gobernaba el mundo de Oz con sabiduría y justicia. Había oído hablar de las hazañas de Merlina y Harry y quería conocerlos personalmente.
- Bienvenidos, valientes aventureros -les dijo el Mago de Oz-. Me siento muy honrado de tenerlos aquí. Han hecho un gran servicio a este mundo al acabar con la amenaza de la Bruja Malvada del Oeste.
- Gracias, señor -dijeron Merlina y Harry.
- No me llamen señor, llámenme Oz -dijo el Mago de Oz-. Y ahora, díganme, ¿qué puedo hacer por ustedes? Estoy dispuesto a concederles cualquier deseo que esté en mi poder.
- Bueno, yo solo quiero volver a mi mundo -dijo Harry-. Tengo que seguir luchando contra Voldemort y sus seguidores.
- Lo entiendo, Harry -dijo Oz-. Y te admiro por tu coraje y tu lealtad. Te ayudaré a regresar a tu mundo, pero antes me gustaría que me contaras más sobre él. ¿Cómo es la Tierra? ¿Qué tipo de magia se practica allí?
- La Tierra es muy diferente a Oz -dijo Harry-. Hay muchos países, culturas e idiomas. La magia se oculta de los que no la tienen, que se llaman muggles. Hay una escuela de magia llamada Hogwarts, donde yo estudio con mis amigos. Allí aprendemos a usar nuestras varitas y a hacer hechizos, pociones, encantamientos y otras cosas.
- ¡Qué fascinante! -exclamó Oz-. Me encantaría visitar tu mundo algún día. ¿Y qué hay de Voldemort? ¿Quién es y qué quiere?
- Voldemort es el mago más malvado que ha existido -dijo Harry-. Quiere dominar el mundo y eliminar a todos los que no son como él. Tiene un ejército de seguidores llamados mortífagos, que le obedecen ciegamente. También tiene una marca oscura que aparece en el cielo cuando va a atacar. Es una calavera con una serpiente saliendo de su boca.
- ¡Qué horror! -dijo Oz-. No me extraña que quieras detenerlo. ¿Y cómo piensas hacerlo?
- Tengo que encontrar y destruir los otros horrocruxes que quedan -dijo Harry-. Ya he destruido cuatro: un diario, un anillo, un medallón y ahora el anillo de la Bruja Malvada del Oeste. Me faltan tres: una copa, una diadema y algo más que no sé qué es.
- ¿Y cómo sabes dónde están? -preguntó Oz.
- Tengo una pista -dijo Harry-. Una vez vi en un espejo mágico los lugares donde estaban escondidos. Pero no sé cómo llegar a ellos.
- Tal vez yo pueda ayudarte -dijo Oz-. Tengo un globo mágico que puede viajar entre mundos. Podría llevarte a los lugares que viste en el espejo.
- ¿De verdad? -dijo Harry-. Eso sería increíble.
- Claro, pero hay una condición -dijo Oz-. Tienes que llevarme contigo. Quiero ver tu mundo con mis propios ojos.
- Está bien -dijo Harry-. Pero tenemos que ir pronto. No sabemos cuándo Voldemort puede atacar.
- De acuerdo -dijo Oz-. Vamos a preparar el globo. Merlina, ¿quieres venir también?
- No, gracias -dijo Merlina-. Yo me quedo en Oz. Aquí tengo a mis amigos y mi familia. Además, quiero aprender más sobre la magia de este mundo.
- Está bien -dijo Oz-. Te echaré de menos, Merlina. Eres una bruja muy especial.
- Y tú eres un mago muy generoso -dijo Merlina-. Gracias por todo lo que has hecho por nosotros.
Merlina y Harry se abrazaron y se despidieron. Luego, Harry y Oz subieron al globo mágico y se elevaron por el aire. Merlina los vio alejarse con una sonrisa. Sabía que no volvería a verlos, pero los recordaría siempre. Y también sabía que ellos la recordarían a ella. Porque habían compartido una aventura que nunca olvidarían.
Harry y Oz viajaron por el globo mágico a los lugares donde estaban los horrocruxes restantes. Primero fueron a un banco de magos llamado Gringotts, donde había una copa que pertenecía a una bruja llamada Helga Hufflepuff. Harry y Oz se disfrazaron de mortífagos y entraron al banco con la ayuda de un duende. Lograron llegar a la bóveda donde estaba la copa, pero tuvieron que enfrentarse a un dragón guardián y a varias trampas mágicas. Finalmente, Harry consiguió la copa y la destruyó con su varita.
Luego fueron a una escuela de magia llamada Hogwarts, donde había una diadema que pertenecía a una bruja llamada Rowena Ravenclaw. Harry y Oz se infiltraron en la escuela con la ayuda de un fantasma. Buscaron la diadema en la sala de los objetos perdidos, pero se encontraron con varios obstáculos y enemigos. Finalmente, Harry encontró la diadema y la destruyó con su varita.
Finalmente, fueron a un bosque oscuro llamado el Bosque Prohibido, donde había algo más que Harry no sabía qué era. Harry y Oz se adentraron en el bosque con la ayuda de un centauro. Sintieron una presencia maligna que los acechaba. Finalmente, Harry se dio cuenta de que el último horrocrux era él mismo. Voldemort le había transferido una parte de su alma cuando intentó matarlo de bebé.
Harry se enfrentó a su destino y decidió sacrificarse por el bien de todos. Se entregó a Voldemort y le pidió a Oz que escapara con el globo mágico. Voldemort le lanzó un hechizo mortal y Harry cayó al suelo. Pero no murió del todo. Entró en una especie de limbo, donde se encontró con el espíritu de Dumbledore, el antiguo director de Hogwarts.
- Harry, has sido muy valiente -le dijo Dumbledore-. Has logrado destruir el último horrocrux y has debilitado a Voldemort. Pero aún no ha terminado todo. Tienes que volver y enfrentarte a él una última vez.
- ¿Cómo puedo volver? -preguntó Harry-. ¿Y cómo puedo vencerlo?
- Tienes que elegir -dijo Dumbledore-. Puedes quedarte aquí o puedes volver a la vida. Y tienes que usar tu varita, que es la hermana gemela de la de Voldemort. Solo tú puedes derrotarlo.
- Entonces volveré -dijo Harry-. Y lo derrotaré.
- Eso es lo que esperaba oír -dijo Dumbledore-. Adiós, Harry. Estoy muy orgulloso de ti.
Harry volvió a la vida y se levantó del suelo. Vio que Voldemort estaba celebrando su supuesta victoria con sus mortífagos. Pero también vio que Oz había regresado con el globo mágico y había traído consigo a Ron, Hermione y otros amigos de Harry. Juntos, se lanzaron al ataque contra Voldemort y sus seguidores.
Se desató una gran batalla mágica entre los dos bandos. Hubo muchos hechizos, explosiones, gritos y caídas. Harry buscó a Voldemort entre el caos y lo encontró al otro lado del campo de batalla. Se miraron fijamente y se acercaron el uno al otro.
- Ha llegado el momento, Harry -dijo Voldemort-. El momento de acabar con esto. Solo puede quedar uno de nosotros.
- Lo sé, Voldemort -dijo Harry-. Y ese seré yo.
Ambos levantaron sus varitas y pronunciaron al mismo tiempo el hechizo más poderoso y peligroso que existía: Avada Kedavra.
Dos rayos verdes salieron de sus varitas y chocaron en el aire. Se produjo una enorme explosión que iluminó todo el cielo. Todos se quedaron en silencio, esperando ver el resultado.
Cuando el humo se disipó, solo quedaba uno en pie: Harry Potter.
Voldemort había caído derrotado para siempre.
Harry soltó su varita y cayó al suelo, exhausto. Oz corrió hacia él y lo abrazó.
- Lo has logrado, Harry -le dijo Oz-. Lo has logrado.
- Gracias, Oz -dijo Harry-. Gracias por tu ayuda.
- No hay de qué, Harry -dijo Oz-. Eres mi amigo.
Los demás se acercaron a Harry y lo felicitaron. Habían ganado la guerra. Habían salvado el mundo.
Harry miró a su alrededor y vio las caras de sus amigos. Se sintió feliz y aliviado. Había terminado su misión. Había cumplido su destino.
Y había vivido una aventura que nunca olvidaría.
descargar peliculas - descargar programas